donde existen ellos levitando
desde la cara oculta de la luna,
donde los nubarrones pintan
de colores intensos las nubes.
A veces, las estrellas lloran,
de sus lágrimas brotan perlas
para danzar con las flores
que crecen en sus manos,
acariciando la inocencia de sus sueños
Hay un mundo diferente,
donde ellos buscan su lugar
en el hemisferio de otras miradas,
cuando se encuentran,
un coro de voces felices
estrenan la melodía de la sonrisa,
y un intenso rayo de luz ilumina su entorno.
Ingrávidos...
Una y otra vez, en el tiempo sin tiempo,
ritual ancestral perpetuando la esperanza
desde la mágica materia de sus cuerpos,
mientras habitan la galaxia que imaginan.
Mayra García