QUE NO SE ENTERE ELLA...



                                                                              

                                                                            


Hay momentos en que el verbo olvidado
me susurra entre las cuerdas de un arpa mágica
entonces ella danza en las pupilas
y se matiza de colores el iris de mis ojos,
gira, gira, gira, 
al viento su cabellera de flores,
bebe el rocío de la mañana 
para vestir su transparencia,
mientras me sorprende 
el vuelo de muchas mariposas
acariciando la parte etérea de mi anatomía
imprecisa, ligera, volátil, como los sueños...
Hay momentos en que el verbo olvidado
es el canto de la niña que habita en mi
en un verso de espuma,
en las alas de una blanca paloma
que no conoce del dolor de las heridas
alegórica osadía a la inocencia,
ella no entiende de tiempos ni distancias
viaja a la velocidad de la luz y sube las escaleras al cielo
para cubrir su ternura con el manto de los dioses
bordado con hilo de amor.
En el firmamento de su mirada 
cientos de luciérnagas
iluminan el camino de regreso a casa,
entonces el verbo olvidado recuerda
que en mi corazón se esconde la zapatilla de cristal
que se rompió en el último intento
pero ella, la niña que habita en mi 
no lo sabe, nunca debe saberlo
para que siempre sonría
para que invente la fantasía de un nuevo cuento...

Mayra García 2014 Derechos Reservados